Instituto Nacional del Diabetico Sin categoría ¡Cómo almacenar la insulina!

¡Cómo almacenar la insulina!

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Es muy importante conservar la insulina de forma correcta para preservar su acción, por ello se deben tener en cuenta dos aspectos fundamentales: la temperatura y el tiempo.

Se recomienda guardar la insulina en la nevera a una temperatura de entre 4ºC y 8ºC mientras no se utilice, así permanecerá en buen estado durante el período indicado hasta la fecha de caducidad del envase

Administrar la insulina recién sacada de la nevera puede ser doloroso. Para evitar esta sensación, la insulina que está siendo utilizada (vial o pen) se puede mantener a temperatura ambiente. Lo ideal es entre 15ºC y 29ºC.

La insulina nunca debe llegar a congelarse, así que debemos tener cuidado que no toque la placa de la nevera y no guardarla en el congelador.

Desechar la insulina que está en uso después de 4 semanas a temperatura ambiente, siguiendo las recomendaciones de la mayoría de los fabricantes.

La insulina no se debe almacenar en el congelador, ya que a temperaturas inferiores a 2ºC pierde su acción.

La insulina no debe exponerse a la luz o calor intenso. Hay que evitar dejarla en lugares donde le dé el sol directamente, como en la bolsa del parque al sol, en el coche, sobre el escritorio, cerca de la ventana si es posible que le vaya a tocar el sol de forma directa.

Cómo mantener fría la insulina en situaciones de calor

En ocasiones, mantener fría la insulina puede ser un reto: en época de verano, si se reside en zonas muy cálidas o si se viaja (playa, montaña u otros países), lugares con calefacción alta, etc… En estos casos puedes se recomienda mantener la insulina en un contenedor térmico enfriado con agua helada o envuelta en un paño húmedo para mantenerla fresca.

En el caso de no terminar la insulina del vial o del pen/pluma durante los 30 días siguientes a su primer uso, deberá ser desechada.

Consejos especiales de seguridad con insulina

  • Guardar las ampollas o jeringas de insulina fuera del alcance de los niños.
  • Si el niño se administra él mismo las inyecciones ha de estar supervisado por un adulto. Es necesario verificar que la dosis de insulina que está cargada sea la correcta, y que se inyecta lo más pronto posible, ya que una vez preparada la insulina pierde parte de su acción.
  • Hacer los controles de glucosa en sangre y administrar la insulina es una responsabilidad familiar. Es necesario adaptar el nivel de responsabilidad a las capacidades del niño y la familia.
  • Identificar al niño con un sistema (placa, carnet…) donde conste que tiene diabetes. La educadora en diabetes puede indicar cómo obtenerla.
  • Informar sobre la diabetes a profesores, personal de guardería, canguros, entrenadores y a cualquier adulto que se ocupe de tu hijo.
  • Informar a los médicos, dentistas y otros profesionales de la salud de que el niño tiene diabetes y se administra insulina.
  • Informa al endocrinólogo sobre cualquier medicación que el niño esté tomando, incluidos los productos para resfriados y de venta libre (sin receta)

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